Bueno. Ha llegado la hora. Creo que no lo puedo prolongar más. A lo lejos escucho tu voz y todavía parece mentira que en pocas horas te vas. Te vas buscando un futuro incierto. Te vas persiguiendo un sueño.
No le tienes miedo a nada. En mi opinión, esa es tu virtud. Sea por que eres medio loco. O por que no piensas en las consecuencias, esa es tu virtud. Y es que haces la maroma perfecta para engañar a todo el mundo fingiendo que estas analizando tu próximo paso, y lo que nadie sabe es que esa decisión estaba tomada desde el momento en que se te paso por la cabeza.
Comienzo a decir adiós. Me despido de mi mejor amigo. De mi mentor, de mi guía y protector. Me despido de aquel que daba la cara en el colegio cuando me buscaban pelea. De un contrincante a puños respetable, cuando los viejos tomaban la siesta. Me despido de aquel que me defiende a mis espaldas y me echa tierra en mi cara para no demostrar lo mucho que me quiere. Me despido de aquel que admiro desde pequeño.
Peleas tontas nos llegaron a separar. Hoy en día serán unos cuantos kilómetros y un océano de por medio. Pero nada, en dos pasitos estas acá o estoy allá.
Sabes que te voy a extrañar. Tendré que callarme un par de temas hasta que vuelvas. Temas que por tontos que parezcan nada mas podré discutir contigo. Gracias por apoyarme en las cosas que tenias que apoyarme. Y gracias también por no escucharme cuando simplemente no querías escucharme. Así tomaba por mi cuenta esa decisión.
Espero que crezcas, espero eches raíces, que te vuelvas la persona madura que yo conozco, cuando el momento lo amerita, esa persona segura de si misma. Que no piensa dos veces las cosas para correr y hacerlas.
Sabes de que tienes que cuidarte. Sabes bien cuales son los peligros que hay allá afuera. Y más para donde vas. Espero que te cuides bien y que sigas contando con uno para lo que sea.
No me queda mas nada que despedirme. Desearte de corazón que cumplas todo lo que tienes dentro de esa cabezota. Que lleves a cabo esos proyectos locos en los que tú nada mas piensas. Y decirte que te quiero mucho.
Un abrazo.
Atentamente
Adrian
No le tienes miedo a nada. En mi opinión, esa es tu virtud. Sea por que eres medio loco. O por que no piensas en las consecuencias, esa es tu virtud. Y es que haces la maroma perfecta para engañar a todo el mundo fingiendo que estas analizando tu próximo paso, y lo que nadie sabe es que esa decisión estaba tomada desde el momento en que se te paso por la cabeza.
Comienzo a decir adiós. Me despido de mi mejor amigo. De mi mentor, de mi guía y protector. Me despido de aquel que daba la cara en el colegio cuando me buscaban pelea. De un contrincante a puños respetable, cuando los viejos tomaban la siesta. Me despido de aquel que me defiende a mis espaldas y me echa tierra en mi cara para no demostrar lo mucho que me quiere. Me despido de aquel que admiro desde pequeño.
Peleas tontas nos llegaron a separar. Hoy en día serán unos cuantos kilómetros y un océano de por medio. Pero nada, en dos pasitos estas acá o estoy allá.
Sabes que te voy a extrañar. Tendré que callarme un par de temas hasta que vuelvas. Temas que por tontos que parezcan nada mas podré discutir contigo. Gracias por apoyarme en las cosas que tenias que apoyarme. Y gracias también por no escucharme cuando simplemente no querías escucharme. Así tomaba por mi cuenta esa decisión.
Espero que crezcas, espero eches raíces, que te vuelvas la persona madura que yo conozco, cuando el momento lo amerita, esa persona segura de si misma. Que no piensa dos veces las cosas para correr y hacerlas.
Sabes de que tienes que cuidarte. Sabes bien cuales son los peligros que hay allá afuera. Y más para donde vas. Espero que te cuides bien y que sigas contando con uno para lo que sea.
No me queda mas nada que despedirme. Desearte de corazón que cumplas todo lo que tienes dentro de esa cabezota. Que lleves a cabo esos proyectos locos en los que tú nada mas piensas. Y decirte que te quiero mucho.
Un abrazo.
Atentamente
Adrian